a) Aceptar la tensión y desarrollar la comodidad dentro de la incomodidad. (Esto nos permitirá enfrentar desafíos, – aunque se trate de una situación para nada agradable– sin que lo veamos como una amenaza, lo cual nos permitirá resolver la situación de mejor manera.)
b) Replantear la pregunta. (En vez de encerrarnos en un camino que aparenta no contar con una salida, debemos reformular las preguntas y pensar: ¿Cómo podemos seguir y transformarnos? ¿Cómo podemos utilizar los recursos y capacidades presentes de manera tal que nos ayude a cambiar? ¿Cómo nos puede ayudar un cambio para sostener lo que debemos hacer o mejorar nuestra posición en el futuro? A partir de nuevas preguntas, cuestiones la paradoja comienza a ser desarmada.)
c) Aprender a alejarse y buscar nuevas alternativas / posibilidades. (Esto nos permitirá ver “el bosque” y no solamente “al árbol de adelante”. Debemos vincularnos con otras personas con opiniones diferentes y otros puntos de vista, ya que sus experiencias nos enriquecen y ello nos podrá brindar la posibilidad de comprender realmente lo que debemos enfrentar y ver así nuevas alternativas de solución)
d) Conclusión: En lugar de ver los conflictos potenciales como algo que debe evitarse, podemos comenzar a ver las tensiones en competencia como una oportunidad de crecimiento y una fuente de motivación. Especialmente en un mundo veloz e incierto que nos enfrenta al cambio permanente.